Venido de Japón, el Swift llegó a españa en el 85 con intención de hacerse un hueco en el mercado del segmento B. Reemplazaba el Swift Mk1 también conocido como Cultus en Japón o Forsa en Canadá.
Respecto a la caja de cambios, el escalonado es muy apropiado si lo que queremos es hacer una conducción deportiva ya que presenta una relación bastante corta que permite resaltar muy bien las cualidades del motor. Al Swift le gustan las carreteras secundarias con curvas lentas o rápidas y frecuentes cambios de marcha que se dejan efectuar con mucha precisión y firmeza.
Si hablamos de frenada, tampoco nos quedamos cortos, pues es a la vez potente y progresiva. Los frenos no muestran señales de fatiga después de bajadas prolongadas o repetidas solicitaciones permitiendo abordar las curvas con confianza sabiendo que entraremos en ellas a la velocidad deseada.
En el apartado de suspensiones hay discrepancia en cuanto a opiniones, mientras que algunos ven en ella un punto negativo por su dureza otros pensamos
que es un punto muy positivo. Si bien es cierto que puede resultar incómoda en carreteras en mal estado no debemos olvidar que lo que tenemos entre manos no es un coche de paseo ni una berlina para grandes viajes sino un pequeño y explosivo utilitario. Es precisamente el tarado de suspensiones del Swift independiente a las 4 ruedas, combinado con su rápida y precisa dirección, los que permiten un paso por curva tan franco y decidido, evitando balanceos de carrocería en cambios de apoyo y permitiendo seguir la trazada que nos marquemos. Además se consigue corregir muy bien el carácter subvirador característico de coches con motor delantero y tracción delantera.
Si dinamicamente parece irreprochable también es gracias a su reducido peso, con solo 885 kg se hace muy manejable y gana en vitalidad. El puesto de conducción también es muy adecuado, con todos los mandos a proximidad, volante regulable y asientos con sujeción lateral. Todo apunta al disfrute!
En cuanto a aceleración y velocidad máxima presenta unos números respetables. Su velocidad máxima se sitúa en 185 km/h, con un cx de o,32 y pese a sus relaciones de marchas cortas, conseguía situarse en esa marca gracias a un alto régimen, aunque otros le superaban en 5 ó 10 km/h. Pasaba del 0 a 100 km/h en 10 segundos exactos, sin ser para nada una mala marca (ganaba al Seat Ibiza SXi) era 7 décimas más lento que un Fiat Uno Turbo. Un resultado lógico teniendo en cuenta que compensaba su bajo par con su reducido peso.
Si dinamicamente parece irreprochable también es gracias a su reducido peso, con solo 885 kg se hace muy manejable y gana en vitalidad. El puesto de conducción también es muy adecuado, con todos los mandos a proximidad, volante regulable y asientos con sujeción lateral. Todo apunta al disfrute!
En cuanto a aceleración y velocidad máxima presenta unos números respetables. Su velocidad máxima se sitúa en 185 km/h, con un cx de o,32 y pese a sus relaciones de marchas cortas, conseguía situarse en esa marca gracias a un alto régimen, aunque otros le superaban en 5 ó 10 km/h. Pasaba del 0 a 100 km/h en 10 segundos exactos, sin ser para nada una mala marca (ganaba al Seat Ibiza SXi) era 7 décimas más lento que un Fiat Uno Turbo. Un resultado lógico teniendo en cuenta que compensaba su bajo par con su reducido peso.
Pero, ¿donde están los defectos? Bueno, depende para que lo querramos. Parece obvio que si lo usamos cada día para ir a trabajar, posiblemente nos cansemos por una falta de confort, pero realmente no tiene muchos más, son más los que uno le pueda encontrar dependiendo de su uso, aunque en su dia, su mayor defecto era su precio, muy por encima de otros de la categoria. Quizás se le podría cuestionar su par, aunque nadie alcanzó tanto con un 1.3 atmosférico y los valores relativos de par/l son menores para otros motores atmosféricos. Como digo encontrar se pueden encontrar defectos pero el Swift enseña todas sus cartas desde el principio y la mayoría son buenas, solo hay que saber si nos gustan o no.
Lo único que se puede echar en falta a este pequeño GTi es su escasa instrumentación, pues a un amante de la conducción le gusta ver los niveles, temperaturas y presiones de todos los fluidos de su coche, y aunque no pidamos una instrumentación de avión, consideramos que el mínimo no es alcanzado, echando en falta un manómetro de aceite . Por otra parte el equipamiento del Swift, era por lo menos curioso. No incorporaba ABS, pero sí retrovisores eléctricos de serie y opcionalmente aire acondicionado.
Sin ser el más rápido, el que mejor acelera o el más potente, su bajo peso y el máximo aprovechamiento de su motor hicieron de él un coche muy eficaz y probablemente uno de los mejores pequeños GTi del mercado siendo su comportamiento dinámico su máxima baza.
Hasta aquí sería la descripción de un Suzuki Swift GTi de serie, nosotros hemos realizado unas mejoras o mods:
Las llantas de 14" de serie han dado paso a unas llantas de aleación de 15", en el interior, el asiento del piloto se ha sustituido por un bucket OMP al igual que el volante de serie por un volante desplazado, previo vaciado de interiores, aislantes y paneles posteriores, para aligerar al máximo el peso de nuestro Swift,
Una vez vacío se le realizaron a medida las barras anti-vuelco y los paneles de la parte trasera
Las barras se han pintado de rojo, al igual que las llantas y el bucket
En cuanto a la parte mecánica, la linea de escape a sido modificada, suprimiendo el catalizador y el silencioso.
Recientemente a recibido un nuevo tren de suspensiones en ambos ejes, los amortiguadores elegidos han sido unos LIP SPORT de GAS muy contrastados en el mundo de las subidas, rallys,... y para rematar el conjunto se le han instalado unos muelles con una carga de dureza superior al de serie y que bajan el vehículo centímetros, ganando un gran pase por curva y un agarre excepcional.
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